Alergología - Espirometría y prueba broncodilatadora

En qué consiste

La medición de la función pulmonar en las enfermedades alérgicas respiratorias en general, y en el asma alérgica es importante  para diagnosticar estos procesos mediante datos objetivos, que apoyarán decisivamente los hallazgos obtenidos por el médico  en la anamnesis y  exploración. Todas las guías de práctica clínica de excelencia, tanto nacionales como internacionales, así lo recomiendan. Es importante también en el seguimiento de los pacientes, permitiendo evaluar la respuesta a un determinado tratamiento que se haya pautado, y valorar qué circunstancias o agentes pueden estar implicados en el origen de la enfermedad o en un empeoramiento en su evolución. Por último, la medición de la función pulmonar ayuda al médico a determinar el riesgo de una mala evolución del proceso en un futuro.

La espirometria se  trata de una técnica que permite medir la cantidad de aire que se inspira y espira de forma forzada, y la relaciona con los tiempos que se emplean en realizar estas maniobras. Es decir, mide por una parte volumen, y por otra flujo (el volumen de aire que exhalamos en un tiempo determinado, generalmente el primer segundo de la exhalación forzada).

Para confirmar el diagnóstico de la enfermedad, se puede efectuar  una espirometría en condiciones basales, y posteriormente se administran broncodilatadores. Si hay una mejoría igual o superior al 12% en el valor del FEV1 y o FVC, es un dato que apoya el diagnóstico de asma. Ésta es la denominada respuesta broncodilatadora positiva.

Por qué escogernos

El equipo de alergólogos posee una gran formación como especialistas en centros de Servicios de referencia nacional e internacional  de patología  alérgica respiratoria y tiene una experiencia de muchos años en el estudio y seguimiento de pacientes con asma alérgico.

Información de servicio

¿Cómo será la prueba?

El personal sanitario a cargo de la prueba indicará al paciente que se siente en posición erguida y le colocará unas pinzas nasales. Tras abrazar correctamente la boquilla del espirómetro con los labios para evitar ninguna fuga de aire le pedirán lo siguiente:

  • Llenar el pecho de aire al máximo.
  • Después, soplar con toda su fuerza y seguido, hasta sacar todo el aire durante varios segundos (al menos 6 segundos).
  • En determinadas circunstancias se podrá pedir al paciente, para terminar, que inhale, de nuevo rápidamente, hasta llenar de aire completamente el pecho.
  • Esta maniobra deberá ser repetida en tres ocasiones para confirmar que se ha ejecutado correctamente. El personal sanitario instruirá en su correcta realización mediante un pequeño entrenamiento previo.

¿Es necesario el ingreso?

No es necesario ingreso.

¿Tengo que ir acompañado?

No es necesario acudir acompañado.

Por lo general, la espirometría es una prueba segura. Es posible que sientas dificultad para respirar o mareos por unos instantes después de hacer la prueba.Como la prueba requiere que hagas un esfuerzo físico, no se puede llevar a cabo si has tenido un ataque cardíaco reciente o alguna otra enfermedad del corazón. En raras ocasiones, la prueba desencadena problemas respiratorios graves. Por todo esto,  es especialmente importante que el paciente indique a su médico si padece enfermedades del corazón, de los ojos y oídos; o si ha sido sometido a una cirugía reciente, o está embarazada, puesto que algunas de estas circunstancias impiden realizar la prueba. También hay que comunicar si se ha padecido recientemente alguna enfermedad infecciosa respiratoria.

Preparación a seguir

Es preciso señalar cuál es la medicación tanto inhalada como por vía oral con la que el paciente está siendo tratado, pues muy probablemente se indicará retirar algunas de ellas en las 12 horas previas a la realización de la prueba.

Equipamiento e instalaciones

Contamos con un equipo  electrónico (neumotacógrafos) unidos a un sistema informático que facilitan la obtención, de forma automatizada, de los distintos parámetros.